ADSL es una sigla que procede de la lengua inglesa y que hace referencia a la expresión Asymmetric Digital Subscriber Line. En nuestro idioma dicha frase puede traducirse como Línea de Abonado Digital Asimétrica.
ADSL es una clase de tecnologia que permite la conexión a Internet mediante el uso de la línea telefónica tradicional, transmitiendo la información digital de modo analógico a través del cable de pares simétricos de cobre. Dicho de otro modo: el usuario se conecta a la Red utilizando su línea telefónica, pero con banda ancha (a diferencia de las viejas conexiones a Internet de tipo dial-up, que usaban un módem para transmitir los datos).
En el caso de la conexión ADSL, un enrulador se encarga de modular las señales con los datos en una banda de frecuencias que resulta más alta que la banda que se emplea en las comunicaciones telefónicas. Un filtro, por otra parte, permite que las señales no sufran distorsiones, separando las señales ya moduladas de la señal telefónica.
La conectividad ADSL, de este modo, trabaja con tres canales de comunicacion en el mismo cable. Un canal permite la descarga de los datos, otro se emplea para el envío de los datos y un tercer canal posibilita el desarrollo de las comunicaciones telefónicas convencionales.
La línea ADSL es “asimétrica” ya que la capacidad de descarga es superior a la capacidad de subida de los datos. Esto se debe a un aprovechamiento de los recursos que está vinculado al comportamiento habitual de los usuarios de Internet, que suelen descargar más datos de los que envían a la red.
Las fronteras de ADSL
Si bien hasta finales de los años 90 muchos usuarios contaban con la ya arcaica conexión telefónica a Internet, que ofrecía una velocidad máxima de descarga de 56 kbps, y tan solo unos pocos comenzaban a saborear otras tecnologías, como ser la fibra óptica, el estándar hoy en día es ADSL, ya que se ofrece a precios muy accesibles y alcanza un rendimiento más que suficiente para el cliente promedio.
Pero, ¿qué ocurre en las zonas rurales? La respuesta, a finales de 2016, es verdaderamente alarmante, especialmente para quienes nunca hayan vivido en el campo: en muchos casos, como ser los diseminados, no existe más que un servicio de Internet por satélite, cuyas características son muy pobres y su precio, exorbitante. No es normal que ADSL llegue a las afueras de las ciudades, ya que es necesaria una infraestructura costosa que aparentemente no se justifica ante el número reducido de clientes que viven lejos del asfalto.
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